Nos encontrábamos ya en tierra India, había conectado muy bien con John, cuando Andrea se quedó dormida después de comer me confesó que iban a ver a su mujer Casandra que estaba trabajando en Bombay, a Andrea le habían diagnosticado una terrible enfermedad y su madre estaba haciendo lo posible por recaudar fondos para ella, dijo John desmoronándose mientras me relataba su triste historia, tan solo pude darle un abrazo mientras intentaba disimular la lágrima que caía por mi mejilla, es tan pequeña, pensé. Después de escuchar las palabras de John, se me había revuelto el estómago, no podía imaginar ni por un segundo lo que sentirían aquellos destrozados padres, pero por supuesto intentaría ayudarles en lo que pudiera, le di mi número de teléfono por si algún día quería llamarme, aunque supuse que no lo haría.
